miércoles, 17 de noviembre de 2010

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

J.K. ROWLING

Oh, la tormenta engendrada a la carrera el grito agudo de la muerte y el golpe que alcanza la vena, la hermita que nadie puede derribar, la culpa, la maldición que ningún hombre puede soportar. Pero hay una cura en su casa, Y no fuera de ella, no no de ningún otro excepto de ellos. Su binody strife. Os cantamos, dioses oscuros bajo la tierra. Ahora oid, vosotros extasiados poderes subterráneos responded a la llamada, enviad ayuda. Bendecid a los niños, dadles el triunfo ahora. Aeschylus, The Libation Bearer

La muerte atraviesa el mundo, como los amigos los mares; viven en otro presente, ese amor y vida que es omnipresente. En este divino cristal, miran cara a cara; y su conversación es libre, al igual que pura. Este es el consuelo de los amigos, que puede que se diga que han muerto, pero para sus amistades y para la sociedad están, en el mejor de los sentidos, siempre presentes, porque son inmortales.

William Penn, More Fruits of Solitude

La dedicatoria de este libro se divide en siete partes
para Neil,
para Jessica,
para David,
para Kenzie,
para Di,
para Anne,
y para ti.
Que te has quedado junto a Harry hasta el mismísimo FINAL.

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